Los niños aprenden la importancia de conectar con los demás, con la naturaleza y consigo mismos en este viaje de lo minúsculo a lo inmenso.

Uniendo los mundos del aprendizaje socioemocional y las ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, este libro ilustra cómo todos estamos conectados. Al llevar al lector en un viaje desde lo minúsculo (las células, los componentes básicos de la naturaleza) a lo inmenso (un universo infinito), enseña a los niños la importancia de conectar con los demás, con la naturaleza y consigo mismos. El mensaje de universalidad y conexión fomenta el aprecio por la naturaleza y la ecología de nuestro mundo.

El autor e ilustrador Bernardo Marçolla expresa con maestría el valor de aprender desde pequeños a mirar al cielo y, al ver las estrellas, a saber que formamos parte de ellas. El mundo seguirá siendo el mismo, pero si abrimos los ojos y el corazón, nuestra experiencia será completamente diferente.